A la luz del fuego, sentado en mi sillón y con lágrimas en
los ojos leo esta última carta que le escribí a mi amada. Ya han pasado 5 años
desde ese trágico día. Y ya sabes que el dolor persiste como si hubiese sido
ayer. Quisiera imaginar que nunca hubiese pasado, ya lo sabes. Pero no puedo
más. He pensado mucho en todo lo que me has dicho durante estos años de duelo.
Sobre todo aquello que me repites una y otra vez: “La suprema libertad reside
en quienes aceptan la muerte”. Por ello, Marcelo, te dejo esta carta para que no
olvides el dolor que sentí al perder a Celeste, he aceptado su muerte y por
ello me marcho.
La decisión está tomada. Lo abandono todo. Me voy a la
India, con lo puesto. Saldré esta misma noche. Y no volveré nunca a este
maldito pueblo. Espero que me entiendas. Sé que eres el único que me entiendes.
Como tú dices: “En la soledad, donde uno se ve remitido a su yo, es donde se
muestra lo que cada uno lleva en su interior“.
Un abrazo al único amigo que tengo.
NOTA DEL EDITOR: Tenemos, además, la última carta de este amigo a su amada Celeste.
(Pincha para ampliar)
Comentarios
Publicar un comentario