"Mamá, papá, supongo que os estaréis preguntando por qué me fui de esta manera ¿no? Sé que no estaréis bien, pero os aseguro que yo estaba peor. No fui feliz en ningún momento. Y me callé. No quería haceros daño. Marcelo fue el único que me ayudó en mi estancia en el instituto, me defendió como pudo de los golpes e insultos. Supongo que seré un niño raro, menos para él. Mamá, papa, sé que nunca os lo dije, pero me gustan los hombres, sé que me habríais acepado tal y como soy, pero estaba el miedo, el miedo que sentía al entrar en clase cada día. Lo siento por irme así, pero no soy, no fui lo suficientemente fuerte para aguantar eso, espero que me comprendáis y me perdonéis. Os quiero y no tenéis que sentiros culpables. Hablad con Marcelo, él sabrá deciros todo lo que queráis saber de mí y que nunca os conté”. Esta es la transcripción literal de la grabación que obtuve en mi primer trabajo como periodista. Fue el 1 de julio de 1961, justo cuando empezaban las vacaciones ...