A QUIEN ENCUENTRE ESTA CARTA.
25 de Mayo de 2018
Marcelo, empezó a convulsionar violentamente, y a soltar
espuma por la boca a sangrar por las orejas, nariz... y sus ojos, comenzaron a
llorar. Vi con mis propios ojos cómo se retorcía de dolor, como moría de una
forma brutal y despiadada. Tras unos segundos más de convulsiones, sangres,
gritos, y últimos estertores, Marcelo, estampó su cabeza contra el suelo, y
abandonó este mundo para no volver nunca más. En cuanto a mí, mi veneno fue
menor, me libré de la inmovilización, pero me di cuenta de que Eduardo hizo
esto para que me librara justo cuando llegara la policía. Claro, la policía me
acusó de asesinato, y era algo irrefutable.
Me llamo Antonio Martín, fui condenado a 7 años por
asesinato. Yo fui, en efecto, el asesino de Marcelo. Soy un triste profesor de
filosofía que llegó a Morón de la Frontera hace poco más de un año. Soy un
amante de los métodos ortodoxos e innovadores. Me encanta dar la filosofía
desde un ángulo distinto. Sin libros, sin cadenas. Un día, se me ocurrió crear
un personaje, su nombre era "Marcelo Oise Valencia". Mi idea era que
mis alumnos, escribieran historias de él, de cosas que le habían pasado, con el
fin de que se convirtiera en una persona real.
Pero... todo esto llegó demasiado lejos. Marcelo se me fue
de control, era como si ya fuera un ser con voluntad propia. Nunca imaginé que
un personaje inventado, pudiera cobrar vida por sí solo, o por simples
historias que mis alumnos se inventaban sobre él. Fue esta la razón, por la que
tuve que asesinarlo.
Llevé a cabo este acto, y es por eso que actualmente me
encuentro en prisión, condenado a no dar clase nunca más.
FIRMA:
Antonio Martín
Nota del editor: Damos fe, por la parte que nos toca, de la existencia de la carta y de la rúbrica del profesor de Filosofía en el IES FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS, el tal Antonio Martín Flores. Del resto no podemos asegurar nada. Tampoco negarlo.
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