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Mostrando entradas de marzo, 2018

FRAGMENTO DEL DIARIO PERSONAL DE ALMUDENA LOSADA

21 – 04 – 1992                 Aún siento un extraño escalofrío al pensar en lo de esta tarde. Ha sido, cuánto menos, confuso. Reconozco que empecé el día una gran emoción. He sido la primera de mis compañeras en ir a la Expo. Papá forma parte de la confederación de Empresarios de Andalucía y su jefe, el señor Navarro, le facilitó unos pases. Si no hubiese sido por ese encuentro me habría parecido fascinante.                 Fue cerca de la plaza de África. Mamá y yo acabábamos de visitar el pabellón de Kenia y en un momento dado ambas nos perdimos la una de la otra. Fue en un simple descuido, una avalancha de personas que se nos cruzó y de repente ya no estaba junto a ella. Decidí sentarme en un banco a unos metros del punto en el que nos habíamos separado, por si decidía volver. Mientras estaba allí, sentí una presencia a mi lado. Un hombre de unos cincuenta años más o menos, sentado en el mismo banco, sujetándose la cabeza con las manos y mascullando cosas en un extraño tr

MARCELO CAUSA REVUELO EN LA POBLACIÓN. EL PAÍS, 1977

NOTA DEL EDITOR: Nos han pasado este recorte de un antiguo periódico en el que aparece Marcelo. Sin palabras. (Pincha para ampliar) HOMBRE CAUSA REVUELO ENTRE LA POBLACIÓN Madrid, Puerta del Sol                                                                                Jueves, 24 de Junio , 1977 Hoy, el día nos ha sorprendido con la aparición de un personaje desconocido. El nombre del susodicho es Marcelo Oise Valencia, ha sido arrestado, y actualmente se encuentra en un calabozo, esperando su sentencia. El hombre de madura condición, se encontraba en la Puerta del Sol hacia el mediodía de un caluroso Junio. Según las autoridades encargadas de él, aparentemente no parecía ser una persona problemática. Pero apenas pudieron disimular su sorpresa cuando Marcelo decidió subirse encima de uno de los famosos monumentos que allí están. El hombre comenzó a reunir gente alrededor de él, y entonces, cuando ya había un colectivo considerable admirándolo, Marcelo hizo algo

MENSAJES INQUIETANTES EN UNA CONVERSACIÓN DE WHATSAPP

 (Pincha para ampliar)  (Pincha para ampliar)  (Pincha para ampliar)  (Pincha para ampliar) NOTA DEL EDITOR : Última conversación hallada en el móvil de Julia Sánchez Gijón entre ella y María Salas Martínez, las dos niñas torturadas y asesinadas que fueron encontradas en la casa del principal sospechoso, Marcelo Oise Valencia desaparecido desde el 02/07/17.

DE LA MUERTE DE CELESTE A LA INDIA. UN AMIGO SE DESPIDE DE MARCELO

A la luz del fuego, sentado en mi sillón y con lágrimas en los ojos leo esta última carta que le escribí a mi amada. Ya han pasado 5 años desde ese trágico día. Y ya sabes que el dolor persiste como si hubiese sido ayer. Quisiera imaginar que nunca hubiese pasado, ya lo sabes. Pero no puedo más. He pensado mucho en todo lo que me has dicho durante estos años de duelo. Sobre todo aquello que me repites una y otra vez: “La suprema libertad reside en quienes aceptan la muerte”. Por ello, Marcelo, te dejo esta carta para que no olvides el dolor que sentí al perder a Celeste, he aceptado su muerte y por ello me marcho. La decisión está tomada. Lo abandono todo. Me voy a la India, con lo puesto. Saldré esta misma noche. Y no volveré nunca a este maldito pueblo. Espero que me entiendas. Sé que eres el único que me entiendes. Como tú dices: “En la soledad, donde uno se ve remitido a su yo, es donde se muestra lo que cada uno lleva en su interior“. Un abrazo al único amigo que tengo

EL COLLAR DEL PERRO DE MARCELO

Dicen que cuando una mascota convive el suficiente tiempo con una persona, acaban, aunque parezca extraño, incluso pareciéndose. No sé si será cierto. Desde que era pequeña el amor por estos animales ha hecho que me guste observarlos y que me llamé mucho la atención lo que los rodea. A veces veo en ellos una vida auténtica que en los amos me cuesta deducir. Supongo que mi amor por los animales abandonados me ha hecho formar parte muy activa de los voluntarios del refugio “SAN ANTON”. Todos los días, incluido, domingos, los saco a pasear por Morón de la Frontera. Soy un espectáculo para todo el mundo, porque a veces, saco a 7 a la vez. Y esa imagen no pasa desapercibida para nadie. Y claro, alguien que me conoce me dejó una pequeña caja en el escalón de la entrada de mi casa. Al abrirla me encontré con un collar, tenía aspecto de ser antiguo y   de haber sido utilizado durante un largo tiempo. Cuando fui a guardarlo me di cuenta de que   había algo escrito en la parte trasera

UNA OPERACIÓN EXITOSA: EL LIBRO QUE ME SALVÓ

En la historia de la enfermería nadie va a recordar la primera operación que se hizo para extirpar las amígdalas. Fue la mañana del 20 de Diciembre. La medicina cada día se renueva, y en esa renovación, el olvido es necesario. Sin embargo, estoy segura que ninguno de nuestro equipo olvidará esa primera extirpación. Sobre todo por el paciente con el que se ensayó con éxito. Marcelo Oise Valencia. Un paciente muy sereno, casi indiferente cuando los médicos le comunicaron que debía ser sometido a una intervención de alto riesgo, con peligro de muerte, porque habían visto que una de las venas de su quejosa garganta se había abierto. Dijo sí sin titubear un solo segundo y añadió: -”Llega a ti la muerte: debieras temerla si pudiese quedarse junto a ti, pero una de dos: o no te alcanzará, o pasará”. El equipo del doctor Luque insistió en la gravedad. Y él respondió: -”Quizá sea para mi bien y la muerte de la que hablas acreditará mi vida”. Le explicaron todo el proceso, pero de é

A MODO DE DESPEDIDA. OTRA HISTORIA DE LA MILI

(Pincha para ampliar) Este de aquí, soy yo, mira lo joven que estaba. Y este de aquí, el de mi izquierda se llamaba… Marcelo, sí, Marcelo Oise Valencia. Aún puedo recordarlo, era una persona extraña pero curiosa a la vez. Cuando lo vi por primera vez estaba sentado en una esquina del patio con un cuaderno apoyado sobre las rodillas, estaba escribiendo algo, parecía interesante. Me acerqué y nos hicimos grandes amigos. Y los amigos en la mili se hacían, como decirlo, pequeñas bromas, pequeñas “putaditas”. La última noche en el cuartel me cogió mi diario y escribió en él: "Nunca digas adiós, porque un adiós significa irse, e irse significa olvidar". (Pincha para ampliar) NOTA DEL EDITOR: Fragmento del diario en el que se nombra a Marcelo.

UN ALUMNO DÍSCOLO EN LA EDUCACIÓN FRANQUISTA

NOTA DEL EDITOR : Tenemos en nuestro poder una vertiente díscola del niño Marcelo. Conservamos la carta de un tal Fray Juan que sería uno de sus maestros, allí por 1956.  (Pincha para ampliar) Señores Oise Valencia, les escribo para comunicarles, como fraile encargado del cuidado de su hijo Marcelo, que los distintos frailes y maestros que impartimos clase al niño, nos hemos percatado de que éste apenas socializa con sus compañeros de aula y tiene un comportamiento impropio de   un joven de su edad, llegando a comentar y realizar cosas inadecuadas. Durante las lecciones tiene una actitud distraída aunque sus calificaciones sean brillantes. Formula preguntas sorprendentes para un niño de su edad y que le calificarían de hereje y traidor de la patria, tales como: ¿Por qué rezamos a un Dios que nos manda catástrofes y que nos mata? ¿Por qué el general Francisco Franco no pasa su puesto a otros como en los demás países?¿Para qué pondrán tanto la televisión la tauromaquia y el

NOTAS DEL DIARIO DE UN JOVEN SUICIDA

Si hacemos un esfuerzo podemos acordarnos de experiencias que nos pasaron antes de los cinco años, incluso de tres. No tener padres es una de las situaciones más difíciles a la que podemos enfrentarnos. En esos momentos cruciales para el desarrollo, carecemos de guías y espejos donde reconocernos... Casi siempre los recuerdos de la infancia son débiles: olores, formas, vagas sensaciones e ideas, etc. Sin embargo, yo me acuerdo de la Casa Cuna de Sevilla, donde nací y crecí, casi a la perfección. Era un lugar lúgubre, despiadado a veces, pero para mí era mi hogar. Por eso, y porque cada vida es un laberinto, no dejo de pensar en mi hijo. Le doy todo mi cariño, intento que no le falte de nada, ni en el plano material ni en el plano sentimental. Necesito demostrarle que lo quiero, que es alguien especial y que la vida es maravillosa. Un lujo y un don que nos ha sido concedido a pesar de los pesares. Pero ¿cómo explicar entonces que mi hijo se sienta así? ¿Por qué ta

EN LA MILI EXISTÍAN OBJETORES DE CONCIENCIA...

Fue una noche fría de invierno del 65. A día de hoy la sigo recordando como si hubiera sucedido ayer. Otra noche más, atrapado dentro de esas cuatro paredes, dándole vueltas al mismo tema una y otra vez. Estaba enamorado, enamorado de una mujer a la que me encontraba imposibilitado verla. Pero de la que estaba tan obsesionado. Como todos mis compañeros de legión quería homenajearla con un tatuaje con su nombre.   Nos comunicábamos por cartas, día tras día, todos los sentimientos quedaban sepultados en el papel. Al escribir aquellas cartas era como si las paredes desapareciesen y no estuviera solo o solo estuviéramos ella y yo. Aquella noche lo pasé francamente mal, estaba vacío por dentro. Olga me dejó de escribir. Aun podía sentir sus frías manos acariciándome por todo mi cuerpo, su sonrisa, sus grandes ojos que cuando los veía, me hacían viajar a otro mundo, su suave piel… Quizás me estaba volviendo loco, y lo que más deseaba en ese momento era huir de aquel cuartel y busca

LA MUERTE DE LA MADRE

Aún recuerdo aquellas tardes cuando entraba a revisar la habitación 312 del hospital. Aquel joven tenía un hábito distinto a las demás. Se pasaba todo el día leyendo libros y periódicos mientras iba recortándolos. Y todo sin dejar de atender a su madre enferma. Aunque nunca hablaba con nosotros. Este trabajo como enfermera me ha hecho ver, desgraciadamente de todo. El dolor, el sufrimiento... nuestra lucha diaria contra ellos es muy agotadora. Así que hay pocas personas que piden un traslado de área para no acabar como una loca depresiva. Su madre, María Valencia Rodriguez, de unos 50 años de edad, cada vez iba empeorando más. El final ya lo sabíamos. En el pasillo, cuando le dije la cruda verdad, solo me dijo melancólicamente: ‘Morir debe ser fácil, lo peor son los preámbulos’. En ese momento me di cuenta de que aquel chico de apenas 17 años había vivido mucho más que otras personas que estaban en la misma situación que su madre. Todos los esfuerzos fueron inútiles. Al f