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RECUERDOS DE LA EXPO ´92: YO SOY OTROS

Aún recuerdo cuando un pobre niño, que se encuentra ahora frente al ordenador escribiendo este relato, a la edad de seis años, agarrado de la mano de su hermano menor de tres, acudían a casa de Marcelo como de costumbre, en busca de un simple trozo de pan con chocolate y un vaso de leche de vaca recién ordeñada. Marcelo Oise era un hombre serio, tranquilo, pero con un corazón que, ¡para qué mentir!, no le cabía en el pecho.

Siempre fue un tipo bastante contradictorio en cuanto a su forma de pensar y actuar. Recuerdo en 1992 cuando Marcelo leyó un artículo en mi presencia sobre la nueva inauguración de la Expo en Sevilla, lo leía como si no fuera con él. Como el que lee una crónica cualquiera, sin interés ni pasión. Pero en su mirada, aparecía el misterio, la ironía y la picardía que lo caracterizaba.

Así era él. Había recortado la noticia del boicot que se produjo el día de la inauguración de la Expo, el mismo 20 de abril. Y no era para menos, él fue el único español detenido por tratar de impedir el despilfarro que escondía todo ese evento majestuoso y de falsa modernidad. Así se lo confesó él mismo al periodista Juan Méndez.

Curiosamente, a los pocos días, se le podía ver por el interior del recinto visitando distintos pabellones y deambulando por las noches cerca de un bar de copas llamado “El Canguro”. Paradojas de su vida. Como el hecho de entregarme el recorte del periódico y decirme: “Este soy yo, pero también soy otros, como todos, como tú”, -mientras burlón me guiñaba el ojo izquierdo.

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