Ya han pasado dos semanas desde
que había recibido la herencia de mi tía Diana. Mi tía no tenía hijos,
pero sí muchos sobrinos. A mí, al haber estudiado como ella, me dejó su
amplísima biblioteca, supongo. Tengo una casa pequeña y no sabía qué hacer con tantos
volúmenes. Así que tenía que seleccionar, hacer limpieza y elegir los libros
que más me interesaban.
Por casualidad, entre las cajas
también había otras cosas: informes, estudios de casos, fichas de libros estudiados, etc. Encontré uno que
me llamó la atención sobre los demás, porque mi tía había recogido algunas
expresiones del presunto paciente y estaban subrayadas con marcador
fluorescente de color amarillo. Por ejemplo, recuerdo estas:
“La vida es como una partida de
ajedrez y nunca sabe uno a ciencia cierta cuando está ganando o perdiendo”.
“El hombre es la única criatura
que rechaza ser lo que es”.
“Si lo que vas a decir, no es más bello que el silencio, no lo vayas a decir”.
Y así me fui interesando más por
la vida pasada de este chico tan peculiar y quise conocerlo más a fondo a
través de esa mirada furtiva sobre los informes de sus sesiones.
El diagnóstico final fue: Marcelo
es un chico con muchos problemas familiares al que la vida nunca le ha sonreído,
pero con su optimismo y su sentido común consiguió afrontarlos y seguir
adelante.
No obstante, recibió el alta el día 18 de Diciembre de 1975.
(Nota del editor: Adjuntamos la ficha del informe psicológico del paciente, si quieres leer el informe con tranquilidad, pincha aquí).
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